breve ensayo sobre la muerte


Hoy como todos los días de esta semana, me levante preparándome psicológicamente para un día mas de practica, pero ni esto ni las planeaciones, ni mi tema de estudio para el documento recepcional me abarcaron mi mente tanto como la noticia que dio Carlos Loret en su noticiero… Andrés Henestrosa murio el día de ayer a la edad de 101 años; a diferencia de la mayoría de mis conocidos la noticia me conmovió, hace tan solo unos meses el mismo Carlos Loret le había hecho una excelente entrevista [una de las mejore en su carrera, desde mi punto de vista] y sin duda le dio a este noticiero unas de las frases mas bellas que en ese espacio informativo se han mencionado, seria una falta de respeto mencionarlas sin que estas fueran netamente textuales, disculpen mi mala memoria, por la tarde al leer el Excelsior [queria estar bien informada de esta noticia y solo en un periódico de la ciudad de México, se daría la importancia que tiene] me encontré con una gran frase del maestro Henestrosa " la vida no es tiempo, es recuerdo" sin duda me inspire, por que un hasta pronto no es suficiente… he aquí mi humilde homenaje…




Breve Ensayo sobre la muerte
La muerte nos acompaña, nos persigue, nos obsesiona, nos hace llorar, nos hace reír y hasta vivir.

La muerte física es dolorosa, para todos los que aun vivimos, o intentamos hacerlo, nos recuerda que tenemos caducidad, que hay un día, una hora, un momento especifico donde se agota la existencia, sin embargo al que muere, un frío calido lo aleja, lo hace descansar, lo hace ser ejemplo de vida, le da paz, le da la oportunidad de sentir el cariño que los otros estupidamente nunca mostraron.

Por eso yo le temo mas a la vida, por que no hay nada mas seguro que la muerte, por que vivimos para morir, la vida en cambio es incierta, sin valor propio, por que es el miedo a dejar de existir, el que se lo da.

Podemos vivir uno, dos, cien años, acompañados, solos ricos, pobres, cultos o analfabetas, buenos o malos, lo cierto es que solo un puño de polvo queda al final de nuestros días.

Le temo a la vida por que soy yo el que la forja, soy yo el que construye o destruye, le temo por que soy yo el ente que guía mis pasos, nadie solo yo.

Mi miedo a la muerte nace, cuando se olvida, cuando nada queda, cuando lo que amo se va, cuando termina un ciclo, cuando marca un inicio, cuando no se que vendrá, con esto se entiende que no es la muerte física la que me aterra, es el olvido, la verdadera desgracia, la tragedia, por lo que hay que llorar. Es el fin lo que no se hizo, aun pudiendo hacerse, lo que no dije, lo que no demostré, aquello que desperdicié, lo que no valoré, desde este punto de vista, nuestra vida esta llena de muertes, las que nosotros provocamos.

Le temo a la vida, le temo a morir y seguir viviendo, le temo a que cuando muera, en realidad muera sin que un recuerdo me haga vivir, cuando el polvo sea solo polvo y no el fin de una vida productiva y valiente, le temo a vivir sin leer, le temo a morir sin haber escrito, le temo vivir sin escuchar, a morir sin haber hablado, por que entonces en verdad habré muerto pues nada quedará de mi.

Descanse en paz maestro…


Abro los ojos y te busco en el viento y en la nube, y otra vez me encuentro solo, completamente solo bajo el viento.
Andrés Henestrosa 1906-2008

las letras estan de luto

1 comentarios que ni al casO:

Anónimo dijo...

Y si... Lo que pasa en este post es que si haces algo mas profundo o menos atropellado acerca de la muerte... Y si, creo que es algo sumamente doloroso... Pero también yo lo veo como parte de tu propia vida.... Y pues, no estar preparados, pero si conscientes de que la muerte por ahi anda... Ya Diosito sabe cuando, como y hasta cuando te toca... Es buen punto también tomar a la muerte como olvido... Porque no siempre les gusta recordarnos.... ¿No crees?